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Malagone es un proyecto hidroeléctrico pequeño ubicado en Minas Gerais, Brasil. Tiene una capacidad instalada de 19 MW. El proyecto alimenta el Sistema Interconectado Nacional con fuentes de energía renovables, ayudando así a satisfacer la creciente demanda de energía en Brasil.

El Proyecto hidroeléctrico El General (EGHP) es una central hidroeléctrica compuesta por dos turbinas con una capacidad combinada de 40 MW, y una generación neta anual de aproximadamente 198.380 MWh.

Esta planta hidroeléctrica abastece al Sistema Interconectado Nacional de Brasil, desplazando las fuentes de energía térmica a partir de combustibles fósiles. Esta iniciativa contribuye a la sostenibilidad ambiental, a satisfacer la demanda energética en Rio Grande do Sul y a disminuir la dependencia energética externa

El objetivo principal del proyecto es proporcionar energía eléctrica renovable al Sistema Interconectado Nacional evitando la operación de centrales termoeléctricas que utilizan combustibles fósiles como fuente de energía.

Maracanã es una central hidroeléctrica fluvial con una capacidad instalada de 10.656 MW. Este proyecto, ubicado en Nova Marilândia, Brasil, reduce 17.183 tCO2 al año. Entre sus programas sociales y ambientales se destacan proporcionar datos históricos sobre la calidad del suelo y del agua en la zona donde opera.

El proyecto genera electricidad a partir de una fuente de energía renovable. A diferencia de las grandes centrales hidroeléctricas, Santana I tiene un impacto ambiental muy bajo. El proyecto utiliza los recursos naturales de manera eficiente y contribuye al desarrollo sostenible de Brasil.

El proyecto consiste en dos plantas de generación de energía renovable: Albano Machado con 3,06 MW de potencia instalada y Rio dos Índios con 8,10 MW de potencia instalada. Ambas centrales son Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH`s) ubicadas en las ciudades de Trindade do Sul y Nonoai en el Estado de Río Grande do Sul,…

Chacayes es una planta hidroeléctrica de 111 MW, ubicada en el Valle del Cachapoal, en Chile. Desde que entró en operación en 2011, el proyecto ha sido fundamental para satisfacer la demanda energética del país, reducir las emisiones de CO2 y contribuir al crecimiento económico y al desarrollo sostenible.